El Presidente de los Estados Unidos consiguió los 270 votos del Colegio Electoral necesarios para renovar su período y continuar en el gobierno hasta 2016.
Obama mantuvo una campaña muy pareja con el líder republicano Mitt Romney, quien finalmente fue derrotado por una mínima diferencia y produjo una segunda caída consecutiva de su partido frente al bloque gobernante.

En su discurso de victoria, el demócrata Barack Obama agradeció a sus seguidores desde un escenario en Chicago y dijo: “Esta noche ustedes, el pueblo estadounidense, nos recordó que a pesar que el camino ha sido duro y largo, nos hemos levantado y volvimos a luchar. Sabemos de corazón que para los Estados Unidos aún falta lo mejor”, declaró ante la exaltada multitud que ondeaba banderas y aplaudía.

“Nuestra economía se está recuperando, una década de guerra se está terminando y ya sea que yo haya ganado su voto o no, los he escuchado y aprendí de ustedes. Y con sus historias yo he vuelto a la Casa Blanca más determinado sobre el futuro que tenemos que lograr”, explicó entre ovaciones.

La gran batalla se dio en Florida. Este estado, que aporta 29 electores, es siempre clave, pero se volvió crucial en la elección del 2000, cuando Al Gore perdió allí por un puñado de votos con George W Bush, y se esfumaron sus chances de ganar la presidencia.

Los republicanos quizás lamenten la participación este año de Gary Johnson, candidato del conservador Partido Liberal que se presentó en Florida y le “robó” decenas de miles de votos que podrían haber ido para Romney.

Algunas bocas de urna dijeron que el 55% de las mujeres del país votó por Barack Obama. Y que para el 60% de los ciudadanos la economía era su mayor desvelo. Un 37% de los votantes de Ohio dijo que la economía está mejor y un 32% peor.

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