Mientras negocian con el Gobierno Porteño los puesteros mantienen dos carriles ocupados en Garay y Lima, y piden que los dejen trabajar.
La dueña de uno de esos puestos callejeros, que dijo llamarse Coca, indicó que el Gobierno les informó que “van a analizar caso por caso y nos van a dar una respuesta, pero no nos dieron ninguna solución a nuestro problema”.
El ministro de Espacio Público Diego Santilli aseguró : “Ningún puestero tenía permiso, vendían desde ropa hasta hamburguesas, ponían heladeras y se colgaban del alumbrado público. Nosotros tenemos un plan para re-ordenar el entorno de Constitución, y en ese marco sólo autorizaremos lo que permite la ley N° 1.162”. Esa norma permite la venta de golosinas, sándwiches envasados en origen y panchos, pero no otros cortes de carne. Tampoco habilita la venta de ropa, juguetes o calzado.