Mauricio Macri, nuevamente vetó la ley que protege a las empresas recuperadas. En Argentina son 200 las empresas autogestionadas que dan trabajo a 9400 personas. Solo en la Ciudad de Buenos Aires son 32 con 2000 fuentes de empleo. Con este veto el jefe de gobierno que busca su candidatura presidenciable, atenta contra el trabajo de 11400 personas. 

El jefe de gobierno, Mauricio Macri, nuevamente vetó la ley que protege a las empresas autogestionadas por sus trabajadores aprobada por unanimidad, y con el consenso de la Legislatura. En total ya desamparó nueve leyes de naturaleza social.

“Con este veto el Jefe de Gobierno demuestra que no importan los derechos de los trabajadores, y menos el defender un sistema que genera igualdad, democracia, equidad, participación y asociativismo como lo son las Empresas Recuperadas y el Cooperativismo”,  manifiestó Leonardo Parodi, Premio Amartya Sen (UBA), impulsor en gestión de cooperativas y presidente de la cooperativa Coco Responsable y agrega “Será porque lo aprendió de pequeño, en un hogar de empresarios donde lo normal es que haya un solo “Dueño” que se lleve todos los beneficios y ganancias generadas por los trabajadores”.

El último 13 de diciembre se aprobó la ley 4.552 con la conformidad de todos los bloques, aún por los legisladores del PRO, pero Macri la invalidó dejando sin protección estatal a las fábricas recuperadas. Con la anulación de la ley permite que muchas empresas sean expropiadas por aquellos dueños que las dejaron en plena crisis de 2001.

“Solamente toma medidas de derecha para llevar adelante su gestión”, comparte Gabriel Rojas, síndico de la Cooperativa Gráfica Patricios. Además, Rojas mencionó que en la cooperativa llegaron a trabajar 400 familias, y que en la crisis económica y social descendió a 27 familias, para alcanzar en el presente 70 familias que producen mas otras 300 vinculadas al proyecto de manera indirecta, “están afectadas al polo solidario que funciona para toda la comunidad y en diversas ramas como la salud, la educación y la comunicación”.

“Vinieron estudiantes de distintas facultades a ver esta experiencia de los trabajadores haciendo andar una empresa en la que en determinado momento los patrones dijeron `no va más´”, destacó el síndico Rojas, revelando la impotancia de que nuestro país pueda servir como modelo argentino al mundo para salir de la crisis de deuda.

Algunas otras declaraciones como la del vicepresidente, Eduardo Montes, de la Unión Productiva de Empresas Autogestionadas (UPEA), “manifiesta su política de no respetar ni siquiera a su propio bloque y una posición de clase que rechaza todo lo que sea trabajo”.

Las fábricas que emprendieron la lucha a ser recuperadas aumentaron el número de empleados, la producción, y la cantidad de socios. Ascienden a 2000 las fuentes de empleo que se originaron a partir de las 32 cooperativas que hay en la Ciudad, 19 de ellas se mantienen en actividad desde hace más de una década y todas resultan perjudicadas con el veto de Macri

La ley que enmarca las empresas recuperadas N 1529 fue admitida en el año 2004 con dos prórrogas, pero la tercera vez en el 2011 fue anulada al igual que la cuarta vez en el 2012, impidiendo se prolongara a 6 años mas la validéz de la ley aprobada en un principio.

La normativa al ser desaprobada establece que al momento del quiebre de la empresa sea el Estado quien se apodere de esta y entregue luego a las cooperativas dando un plazo de 22 años para el pago de la misma.

“La Ciudad de Buenos Aires deberá dar cuenta si quiere seguir un modelo capitalista agotado y en crisis, o buscar nuevos sistemas sociales con dignidad para todos”, afirma Parodi.

La gestión de los trabajadores es una alternativa viable distinta a la tradicional capitalista, empleada en el mundo con muestras claras de derrumbe. Las cooperativas potencializan la economía social siendo una herramienta vital para el desarrollo de un país. 

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