Un año sin Lucas:

Hace un año despedíamos a Lucas, al Chimu… a nuestro hijo, nuestro hermano, nuestro sobrino, nuestro amigo… Tres días después de la tragedia de Once. Hace un año atrás nos abrazamos desconsolados pero convencidos que iniciaríamos una lucha que no se detendrá hasta conseguir que los responsables de las peores 66 horas de nuestra vida paguen su inoperancia ante la Justicia.

Lucas dejó de ser sólo nuestro en el mismo momento en que un país entero lo buscaba. Fue la esperanza de muchos durante las horas de búsqueda, de ganarle al horror y a la desidia. Dejó de ser sólo nuestro cuando millones de argentinos lloraron su muerte absurda y tan injusta como la de las demás víctimas del 22 de febrero. “El operativo fue impecable, sólo fallo en un detalle”, dijo un funcionario cuando el cuerpo de Lucas apareció en el tren a sólo 100 metros del lugar del impacto, en un lugar al que se podía acceder sin ningún equipo ni tecnología especial, con idoneidad y sólo mirar hubiese alcanzado. Encima, la titular del Ministerio de Seguridad, Dra. Nilda Garré intentó culpabilizarlo de su propia muerte.

Hace un año estamos transitando un camino de lucha para que los responsables de esta tragedia sientan todo el peso de la ley. Pero esta ley también debe alcanzar a quienes lo dejaron abandonado, que son quienes tenían la obligación de realizar las tareas de búsqueda y rescate de las víctimas y no lo hicieron. Para quienes mientras el país entero seguía buscando, se dedicaron a recibir elogios inmerecidos, se vanagloriaron del éxito de sus tareas. Pedimos a la Justicia que se expida de una buena vez. Seguimos  esperando los procesamientos de los imputados de esta causa, que es también la causa de los que lo sienten su hijo, su hermano, su sobrino, su amigo. Su corazón de roble sigue latiendo aún cuando los responsables de no haberlo buscado sigan libres.

María Lujan Rey

DNI 20.187.249

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