Barack Obama, a través de un comunicado declaró que Venezuela de esta forma podrá iniciar un nuevo capítulo en su historia ya que los Estados Unidos permanecerían comprometidos a las políticas que promuevan principios democráticos, el Estado de Derecho y el respeto por los Derechos Humanos.
Ed Royce, presidente del Comité de Asuntos Exteriores dela Cámara Baja y congresista republicano por California , lejos de expresar condolencias expresó que Chávez era un tirano que forzaba al pueblo de Venezuela a vivir en el miedo y que ahora su muerte mermaba la alianza de líderes izquierdistas anti Estados Unidos en Sudamérica, lo que sería un alivio.
Mike Rogers, presidente del Comité Permanente de Inteligencia de la Cámara de Representantes mostró un pensamiento similar al decir que “Chávez era una fuerza desestabilizadora en Latino-américa y un obstáculo para el progreso en la región. Espero que su muerte suponga una oportunidad para un nuevo capítulo en las relaciones EE.UU.-Venezuela”.
Desde Estados Unidos pocos fueron los mensajes de condolencias. Una de las excepciones la protagonizó José Serrano, representante demócrata de New York que dijo a través de una red social que “Hugo Chávez era un líder que entendía las necesidades de los pobres. Su cometido era dar poder a los sin poder. D.E.P. señor presidente”.
