Racing goleó a San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro por 4 a 1 y remendó la pálida imagen de la semana pasada ante River. Los de Boedo no encuentran el rumbo.

Luego de la derrota por 2 a 0 ante River en Avellaneda y el irregular campeonato de los de Boedo, nadie tenía demasiadas expectativas en que fuera un partido vistoso. Sin embargo, en un ida y vuelta con una intensidad poco común para este fútbol argentino, San Lorenzo y Racing brindaron un partido entretenido y lleno de goles.

En unos primeros diez minutos fatales para el visitante, San Lorenzo comenzó manejando mejor la pelota y se puso rápidamente en ventaja con un golazo del juvenil Villalba. El chico surgido de las inferiores cruzó con la pelota prácticamente toda la cancha y, tras eludir a la defensa de Racing, le rompió el arco al “Chino” Saja, que nada pudo hacer para evitar el primer gol del encuentro.

Parecía otra fatídica tarde para el equipo de Zubeldía, que desde hacía dos años no podía dar vuelta un partido. Pero Racing golpeó rápido con la única fórmula que le había dado algo de resultado la fecha pasada: Villar aprovechando espacios por la banda y colocando precisos centros para la llegada de Zuculini. Con River el número 7 estrelló un cabezazo contra el travesaño; esta vez convirtió de volea. 1 a 1 a los once minutos del primer tiempo y las cosas empezaban de nuevo.

El local intentaba manejar la pelota pero no encontraba profundidad, mientras que un Racing veloz y preciso salía rápidamente de contra de la mano de Villar y De Paul por las bandas y con un Vietto que, a pesar de su soledad, hace todo bien; aguantando la pelota y esperando la llegada de sus compañeros. Fue tras un par de buenas jugadas colectivas de la visita (incluido un gol mal anulado por una supuesta posición adelantada de Villar que sólo vió el juez de línea) que pudo volver a lastimar: tras un córner ejectuado por Camoranesi, la pelota quedó dando vueltas por el área chica hasta que nuevamente el botín de Zuculini la envió a la red. Racing se iba al entretiempo en ventaja.

En el segundo tiempo, San Lorenzo salió nuevamente a buscar el partido pero sin mucha lucidez. Prácticamente no preocupó a un Racing que cedió la pelota y apostó a la contra. Sólo con tiros de media distancia pudo acercarse, pero siempre encontró a un brillante Sebastián Saja bajo los tres palos.

Los pibes de Racing con espacio no suelen fallar. El 3 a 1 lo puso De Paul, marcando un golazo tras una linda jugada de Vietto y un certero pase de Camoranesi. Y a falta de quince minutos para el término del partido, tras un rechazo de la defensa, Vietto dejó pagando dos veces a la defensa azulgrana y definió a un costado de Ibañez para poner el 4 a 1 definitivo.

Un Racing que se muestra bipolar a través de las fechas, con pasajes de buen fútbol y largos tramos de lagunas y errorres, se llevó tres puntos valiosos del Bajo Flores, de cara a intentar encontrar una cierta regularidad en la segunda mitad del torneo. San Lorenzo, con un Pizzi que no encuentra soluciones, quedó sólo once puntos por encima de Independiente en la tabla de los promedios y necesita urgentemente hilvanar un par de victorias para dejar de mirar de reojo a los de abajo.

 

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