Según 30.000 archivos secretos la dictadura del general Augusto Pinochet  espió a los estudiantes secundarios chilenos en sus propios colegios. En la actividad aparecen comprometidas figuras del actual gobierno del presidente Sebastián Piñera.

Los 30 mil documentos de la CNI(Central Nacional de Informaciones), responsable de numerosos secuestros, torturas y asesinatos a opositores al régimen, mantuvo una relación administrativa con el Ministerio de Educación, sin duda  dejan al descubierto una amplia red de espionaje a partir del trabajo coordinado entre este organismo de inteligencia sucesor de la DINA y el Ministerio de Educación en tiempos de Pinochet (1973-1990).

Estas maniobras, abarcaba  colegios religiosos, públicos y privados como la Alianza Francesa en 1988, donde fueron acompañadas por el despido masivos  de profesores que exigían  democracia y la capacitación de los funcionarios de Educación en guerra psicológica. A este plan se lo llamó “Plan de Guerra del Frente Interno” y estuvo a cargo del Ministerio de Educación, toda la información recibida era quemada a diario, aunque quedaron las actas de incineración, firmadas por los propios ministros.

Las personas investigadas eran aquellas que tenían antecedentes políticos ya sea  menores de edad como docentes, los informes eran elaborados  por la CNI llegaban a las oficinas de los ministros, con las cartas firmadas por los delatores, que  en su mayoría profesores, padres y apoderados que escribían en forma directa a Pinochet.

Pinochet trató de formar una juventud leal a su régimen, esfuerzo para el que contó con el apoyo de la policía secreta y civil, entre ellos el actual ministro del Interior chileno, Andrés Chadwick, y el ex titular de la Cámara baja, diputado Patricio Melero.

La dictadura de Pinochet comprendió prácticamente todos los ámbitos, incluida la educación, pero no se sospechaba que los trabajos de inteligencia del régimen llegaban hasta los colegios, hasta este momento no se tenían pruebas materiales de lo sucedido en esos años.

Estos hechos ocurrieron justamente en los años ‘80, en el mismo tiempo que el Estado chileno se despojaba de la educación privada, vendiendo colegios estatales a los privados o traspasando los establecimientos primarios y secundarios a las municipalidades. Lo que preocupa de esto es que este sistema se mantiene hasta el día de hoy, es por ello que desde el 2011 hasta hoy continúan las protestas estudiantiles dado que  solo  35% de los alumnos acuden a colegios públicos,  principales motivo de  protestas contra el gobierno de Sebastián Piñera.

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