Las Fuerzas Armadas volvieron a asegurar que darán su sangre “por Egipto y por su ciudadanía”; mientras que el presidente dijo que derramará su sangre para defender su legitimidad. Morsi enfrenta las horas finales del ultimátum del Ejército.

Esta tarde se cumple el plazo dado por las Fuerzas Armadas egipcias al presidente Mohamed Morsi para integrar a las fuerzas opositoras en su Gobierno y así dirimir los conflictos que atraviesa ese país. Caso contrario, afirmaron que deberá enfrentar una intervención del Ejército que, según el diario El País, “tiene la intención de deponerle e iniciar un proceso de transición de entre nueve y 12 meses en el que se redactará una nueva constitución y se convocarán nuevas elecciones parlamentarias y presidenciales”.

Por otra parte, la prensa de Egipto ya dan por finalizado el mandato de Morsi. El medio estatal Al Ahram titulaba: “Dimisión o cese hoy”; mientras que Al Watan titulaba: “El final”.

El presidente egipcio se encuentra casi aislado, con la renuncia una tras otra de sus principales ministros. En el día de ayer, en un discurso televisivo aseguró que la búsqueda de consenso no ha funcionado, y que está dispuesto a derramar su sangre para defender su legitimidad. Asimismo, culpó de la crisis política que vive el país a “los restos del antiguo régimen”, en referencia a los oficiales del Gobierno de Hosni Mubarak, a quien las revueltas de 2011 obligaron a renunciar.

Mientras recrudece la violencia política, las Fuerzas Armadas lanzaron un nuevo comunicado asegurando que darían su sangre “por Egipto y por su ciudadanía contra cada terrorista, extremista o persona ignorante”.

 

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