Aseguran que el gobierno de Israel viene incrementando en los últimos meses diversas acciones y prácticas racistas contra el pueblo palestino, agravando sus condiciones de existencia. Violaciones a los derechos humanos en Palestina.
Misión de Palestina en la República Argentina * ha venido sistemáticamente denunciando al gobierno israelí y al incremento de las acciones y prácticas de racismo contra el pueblo palestino, contra sus condiciones de vida y existencia humanitaria. En este sentido, los asentamientos, el uso indiscriminado de la violencia y la judaización de Jerusalén forman parte de la exacerbación de décadas de continuos conflictos y agresiones; cronificados ya en la vida cotidiana de los ciudadanos palestinos.
Según el informe presentado por esta organización, “El Pueblo de Palestina optó por la resistencia pacífica no violenta como una forma de expresar su rechazo a la ocupación israelí. Semanalmente se realizan marchas pacíficas que de manera creciente se van ampliando para incluir más lugares bajo amenaza de ser confiscadas por motivos coloniales. A las marchas se unen a los palestinos ciudadanos israelíes y de países occidentales. Mientras tanto, las fuerzas de ocupación israelíes reprimen estas marchas pacíficas con armas mortales, aguas residuales y haciendo uso excesivo de la fuerza, en abierta violación del Derecho Internacional, del Derecho Humanitario y del Cuarto Convenio de Ginebra”.
Los asentamientos han sido rechazados y prohibidos mediante diversas resoluciones por instituciones internacionales; aún así, Israel continúa anunciando proyectos de nuevos asentamientos en zonas de conflicto: “Ese régimen continúa desafiando y contradiciendo la voluntad de la comunidad internacional. Ante los hechos, es obvio que a Israel ya no le importa la marea de denuncias y condenas de las naciones contra la construcción de asentamientos”.
Asimismo, el informe hace hincapié en uno de los últimos accidentes donde un guardia israelí disparó a otro por escucharle decir “Ala Akbar” (“Alá es grande” en árabe). “Para los extremistas israelíes la expresión musulmana “Ala Akbar” se convirtió en un permiso automático para disparar y matar a quien la pronuncie, cualquiera sea la situación. El accidente acaecido últimamente revela el odio y el racismo más brutal hacia la religión musulmana; religión fundamentada sobre la tolerancia y la hermandad. Un guardia israelí disparó sin preguntas a otro israelí, creyendo que baleaba a un árabe musulmán sólo porque le escuchó decir “Ala Akbar”.”
* Fuente: (Agencia Walsh)
