Ernestina Lectoure, propietaria del 95% de la sociedad Stadium Luna Park Lectoure, falleció el pasado 9 de febrero y le dejó las acciones a la Sociedad Salesiana de San Juan Bosco y a Cáritas. El Luna Park pasó a manos de la Iglesia Católica.

 

El pasado 9 de febrero falleció Ernestina Lectoure, a los 95 años de edad, luego de una larga enfermedad. En su testamento, resolvió dejar el 95% de la sociedad Stadium Luna Park Lectoure y Lectoure SRL a la organización Cáritas, que responde al Arzobispado de Buenos Aires y a la Sociedad Salesiana de San Juan Bosco.

En el momento en que la Inspección General de Justicia apruebe la sucesión, las entidades religiosas deberán repartirse la sociedad en partes iguales. De esta manera, el mítico estadio que supo albergar los más importantes recitales, actos políticos y peleas de boxeo, pasará a manos de la Iglesia Católica. El culto católico cuenta con frondosas partidas de dinero provenientes del Estado que superan los 2.500 millones de pesos anuales. Sin contar, la cantidad de terrenos y propiedades que tienen a lo largo y ancho del país y los subsidios que reciben, por ejemplo, las escuelas bajo su tutela.

El 5% restante de la sociedad que controla el Luna Park, en tanto, seguirá en manos de un grupo de familiares y herederos de Juan Carlos “Tito” Lectoure.

 

 

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