Se trata del sacerdote y ex capellán del Ejército Aldo Omar Vara, quien fue denunciado  por su presunta complicidad en torturas perpetradas durante la dictadura bajo control operacional del V Cuerpo de Ejército.

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El ex capellán del Ejército Aldo Omar Vara tiene orden de captura internacional por la Justicia Federal de Bahía Blanca por su  presunta complicidad en torturas perpetradas durante la dictadura bajo control operacional del V Cuerpo de Ejército. La detención fue solicitada por la Unidad Fiscal de Asistencia  por  causas de Violaciones a los Derechos Humanos.

La Unidad Fiscal esta a cargo de los doctores Miguel Palazzani y José Nebbia  quienes en el mes de  abril  solicitaron  la detención e indagatoria del religioso ante el juez Santiago Martínez, quien posteriormente la rechazó, por esta situación, los fiscales  presentaron un recurso de apelación ante la Cámara Federal local, donde se decidió ordenar la captura internacional del religioso, quien ya figura entre los buscados por la Interpol, aunque la Iglesia mantiene absoluta reserva sobre su destino.

Hasta 1979 el sacerdote  se desempeñó como capellán del Ejército en el Comando del V Cuerpo y en el Batallón de Comunicaciones 181 y fue mencionado en forma reiterada  por víctimas que prestaron declaración testimonial en el primer juicio penal contra represores del V Cuerpo.

Uno de los testimonios más contundentes fue el  de los estudiantes secundarios de la Escuela Nacional de Educación Técnica Nº 1 (ENET) de Bahía Blanca, que contaron que cuando permanecieron dentro del centro clandestino de detención La Escuelita el cura Vara, solía aparecerse con  cigarrillos y galletitas. Pero jamás se preocupó  de los ruegos de los secuestrados, que le imploraban avisara a sus familias sobre su paradero. De hecho en 1999 el cura admitió haber tenido contacto con los estudiantes secuestrados, que le mostraron las secuelas de las torturas padecidas pero aun  así tampoco hizo nada  y les decía  “olvidarse de todo lo que le había ocurrido en La Escuelita pues era responsabilidad de sus padres”.

 

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