Demócratas y republicanos continúan las negociaciones para lograr un acuerdo antes del 17 de octubre y así evitar la cesación de pagos de los Estados Unidos. Los republicanos reabrirían la administración federal y subirían el tope de deuda pública a cambio de concesiones sobre la reforma del sistema de salud.

Shutdown I

El impasse presupuestario de Estados Unidos, más conocido como “shutdown“, lleva ya varios días. Desde mayo de este año las divergencias entre el Senado. que cuenta con mayoría demócrata, y Diputados, mayormente republicano, bloquean la aprobación del presupuesto; en mayor medida debido a la negativa por parte del Partido Republicano de aprobar los gastos que contempla la reforma de salud aprobada por el gobierno de Obama el año pasado.

El cierre de buena parte de la administración pública se hizo sentir con la clausura de varios puntos turísticos y la suspensión temporal de aproximadamente 800.000 trabajadores del sector público. Sin embargo, y como si esto no fuera poco, otro peligro se cierne sobre la gestión de Barack Obama: se está a tan sólo dos días de la fecha límite que tiene la Cámara para impedir un cese de pagos de la deuda (default).

Se estima que, para el 17 de octubre, la deuda pública norteamericana superará el tope de 16 billones de dólares establecido por ley: por lo que los Estados Unidos caerían en “default técnico“.

En este marco, el líder de la mayoría demócrata del Senado, Harry Reid, y el de la minoría republicana, Mitch McConnell, continúan negociando para lograr un acuerdo antes del jueves. Varios medios de prensa norteamericanos, aseguraron que el acuerdo incluiría una medida para que el Tesoro continúe solicitando créditos hasta el próximo año y, de esta manera, se reabra por completo la administración federal. Por su parte, los demócratas deberían dar marcha atrás con algunos puntos de la ley de reforma del sistema de salud, conocido despectivamente por los opositores como “Obamacare”.

Hoy por la mañana, los líderes republicanos en la Cámara de Representantes presentaron un proyecto para mantener abierto el gobierno hasta el 15 de enero y elevar el tope de deuda hasta el 7 de febrero. Sin embargo, este fue considerado “inaceptable” por el gobierno de Barack Obama: “es un intento de complacer a la ultraderecha del partido (Tea Party)”, informaron en un comunicado desde la Casa Blanca.

Por su parte, desde el Senado, los demócratas aseguraron que presentarán sus propios proyectos. Obama anunció que se reunirá con ellos en las próximas horas y que también lo hará con el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner.

 

 

 

 

 

 

 

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