El equipo de Bauza ganaba en Ecuador con gol de Blandi y se traía tres puntos valiosos; sin embargo, un penal cometido por Mas en el último minuto de descuento cambió la historia. Junior Somoza, de Independiente del Valle, lo cambió por gol y desató el escándalo con los jugadores argentinos queriéndole pegar a la policía.

CASLA

San Lorenzo tenía la tranquilidad en sus manos y se le escapó: por el tiro de Piatti en el palo o por el penal que cobró el árbitro Amarilla en el último minuto de juego, pero se le escapó.

El equipo de Bauza ganaba por 1 a 0 a Independiente del Valle en Ecuador. El gol de Nicolás Blandi le abría las puertas al “Ciclón” de los octavos de final de la Copa Libertadores y el equipo visitante controlaba – a grandes rasgos – el desarrollo del encuentro.

Sin embargo, la infacción de Emanuel Mas en la puerta del área cambió el rumbo de la historia: Carlos Amarilla cobró penal, Junior Sormoza lo cambió por gol y se desató el escándalo.

Los jugadores de San Lorenzo fueron a increpar al árbitro y terminaron peléandose con la policía ecuatoriana. Para colmo, Amarilla informó a Romagnoli, Correa y Fontanini por lo que quedarían sin chances de jugar la definición ante Botafógo en el Nuevo Gasómetro.

“Dos decisiones nos han dejado prácticamente afuera de la fase, porque ahora es muy remota la chance de clasificar. La primera decisión es la expulsión de Cetto en Chile y ahora esto. Ambas me parecieron exageradas. Sin embargo, rescato antes de pensar en eso que el equipo corrió hasta el último minuto a la par de ellos”, analizó Edgardo Bauza tras el encuentro.

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