31,2% en la canasta fue el incremento anual,  según datos de la Ciudad;  y para no caer en la indigencia es lo que debería gastar una familia tipo, sin embargo, los alimentos muestran una desaceleración.

Trolley in supermarket, exact date

La familia porteña debió gastar $ 146,7 diarios en diciembre último sólo para poder comer y mantenerse fuera de la línea de indigencia. De acuerdo con datos oficiales,la Canasta Alimentaria se incrementó un 31,2% con relación al mismo mes de 2013.

Los números pertenecen a la Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires, que a su vez estimó que el valor diario de la Canasta Total, que incluye bienes y servicios, para un matrimonio activo, de 35 años, con dos hijos varones de entre 6 y 9 años e inquilinos de una vivienda tuvo un alza interanual en diciembre de un 35,2% y llegó a los $ 409,4 diarios. Esta cifra marca la línea de pobreza.

A pesar de que no hay datos oficiales, los expertos consideraron además que es probable que estos números impliquen un aumento en los niveles de pobreza. El Indec no publica sus propias canastas ni los datos de pobreza e indigencia oficiales desde fines de 2013 por “problemas de empalme”, según sugirió el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich.

El departamento estadístico porteño sólo ofrece datos de precios pero no de ingresos. No obstante, los aumentos salariales pactados en paritarias el año pasado estuvieron en el orden de 29%, cuando la inflación medida por diferentes consultoras privadas y organismos independientes se estimó entre 35 y 38,5%.

“Los precios de los alimentos fueron los que más sufrieron el salto devaluatorio de enero. Aumentaron 3,9% promedio mensual entre febrero y abril, contra un promedio de 2,9% del resto de los precios”, explicó Agustín Rossi, economista jefe de LCG.  “Así, de la mano de la cuasi fijación del tipo de cambio nominal aplicada por el Banco Central en los últimos meses de 2014 y de la baja en los precios internacionales de las commodities, era lógico que se produjera una desaceleración en los precios de los alimentos”, agregó.

“Alimentos y bebidas trepó muy fuerte a principios de 2014 por la devaluación y alcanzó en mayo una variación interanual superior a 45%, pero luego las subas se acotaron, trepando por debajo del resto de los precios”, coincidió Lorenzo Sigaut Gravina, economista jefe de Ecolatina.

 

 

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