Luego de varias horas de debate, el parlamento griego aprobó los términos del tercer rescate financiero. “Fue una elección forzosa”, aseguró el primer ministro Tsipras.

En esta foto de archivo, una manifestante grita consignas y agita una bandera griega durante un acto de protesta frente al Parlamento en Atenas, Grecia, el jueves 30 de junio del 2011. Una oficina de riesgos crediticios advirtió el lunes 4 de julio que Grecia se declararía en suspensión de pagos de sus deudas si los bancos reclamaran sus posiciones en la deuda del país, tal como lo marca un plan francés. (Foto AP/Thanassis Stavrakis, Archivo)

Finalmente, y tras varias idas y vueltas, Grecia obtuvo su tercer rescate financiero de la eurozona: el parlamento rubricó la propuesta tendida por la Troika con 222 votos a favor, 64 en contra, 11 abstenciones y tres ausencias.

Pese a la diferencia, el dato no menor es el despedazamiento de Syriza: el paquete fue aprobado gracias al apoyo de la oposición ya que 47 diputados del partido gobernante le dieron la espalda a Tsipras y compañía.

“Fue una elección forzosa. Ante un ultimátum para la salida temporal de Grecia de la eurozona, tomamos la responsabilidad hacia el pueblo griego de seguir con vida y continuar la lucha en lugar de elegir el suicidio”, se justificó el primer ministro griego ante los legisladores.

El primer desembolso del rescate que se realizará antes del día 20: allí, el gobierno helénico deberá devolverle al Banco Central Europeo alrededor de 3.400 millones de euros.

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