El último viernes, Cristián Crespo, un chico de sólo 14 años, murió luego de que se cayera una baranda por falta de mantenimiento en el barrio de Villa Soldati. Otros dos adolescentes, de 15 y 17 años, resultaron gravemente heridos
Desde el año 2001, la Legislatura porteña declaró la emergencia edilicia y ambiental del complejo: pese a que la norma se encuentra prorrogada y los vecinos no cesan con sus reclamos, nada se hizo en todos esos años desde el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
“Las rejas están igual, y la guardia de auxilio hasta ahora no vino. Los llamamos pero no nos dan bola y la baranda sigue colgando igual que al momento del accidente, porque no vinieron a soldar ni nada”, señaló Jacinto González, vecino y referente del barrio, a Télam.
“Sólo pusieron una cinta perimetral que no sirve de nada, porque la gente necesita seguir pasando por ahí porque es la única escalera de incendio por donde suben y bajan las personas, ya que no anda el único ascensor”, agregó. “El gobierno de la Ciudad es que el tiene los medios para reparar las escaleras y no lo hace. Ya van casi 72 horas desde que ocurrió el hecho y no pasa nada”.
Por otra parte, legisladores porteños adelantaron que pedirán informes donde se encuentren detalles de “las obras realizadas desde el 2007 a la fecha y presupuesto ejecutado en las mismas” dentro del complejo de Soldati.
También pedirán precisiones en torno a “si las obras de impermeabilización, pintura y reparación de barandas y escaleras realizadas durante el segundo semestre del 2014 comprendían la reparación o cambio de barandas exteriores en el Nudo 10 Edificio 14”.
Más allá de la ley de 2001 que declaraba al complejo en “emergencia edilicia”, las autoridades se desentendieron también de una acción judicial presentada en 2009 y dos fallos, el último de la Cámara de apelaciones en abril de 2014, que obligaban al Gobierno porteño y al Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC) a hacer las reparaciones necesarias.
En mayo de 2015, para colmo, la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires había alertado sobre la falta de avance de las obras y había indicado a la administración macrista que la situación significaba “un grave riesgo para moradores y transeúntes”.
Este jueves, los vecinos, que salieron en micros desde Villa Soldati, cortaron la intersección de la Avenida 9 de Julio con la Calle Sarmiento en reclamo mayor atención del gobierno porteño y aseguraron que, hasta el momento, “nadie se acercó a ayudarlos”.
Horas más tarde, el presidente del IVC, Emilio Basavilbaso, los recibió y firmó un acta de compromiso para comenzar con las obras pendientes de refacción de escaleras, lugares comunes, gas, electricidad y filtraciones de agua.
“También nos prometieron que mañana va a venir una comitiva de funcionarios al barrio para identificar cuáles son las obras más urgentes. Vamos a seguir un seguimiento para que estas no sean otra vez promesas incumplidas”, señaló María Dotti a Diario Z.
