La primera mandataria emitió un comunicado por las redes sociales contando los entretelones de sus discusiones con Mauricio Macri por el traspaso de la banda presidencial.

CFK

“El presidente electo comenzó con un elevado tono de voz a exigirme que debía entregarle bastón y banda presidenciales en la Casa Rosada porque era ‘su ceremonia’ y que si no lo hacía como él decía la Corte Suprema de Justicia de La Nación le iba a entregar los atributos, porque ya habían consultado.

Debo confesar que me sorprendió la exaltada –eufemismo de gritos- verborragia de presidente electo. (…) A tal punto que en un momento tuve que que recordarle que más allá de nuestras investiduras, el era un hombre y yo una mujer y que no corresponde que me tratara de esa forma.

El presidente electo siguió gritando y diciendo que no es así, que lo tengo que esperar en la Casa Rosada después de que el jure y hable en el Congreso y allí entregarle el bastón y la banda. Traté de explicarle que después que el jure yo ya no soy más Presidenta y que por eso tengo que entregarle banda y bastón ni bien él termine de jurar en forma simultánea, y es ahí cuando me dice, muy enojado, que yo lo tengo que acompañar – y me vuelve a repetir – porque es ‘su ceremonia’.

Bueno ahí pensé hasta acá llegó mi amor y le recuerdo 3 cosas: la 1ra, que no soy su acompañante.

La 2da, que el 10/12 no es su fiesta de cumpleaños sino el día que asume como Presidente de todos los argentinos en un sistema democrático al que hay que respetar y que su símbolo mayor es la Asamblea Legislativa donde jura como Presidente y donde quien termina su período le entrega el mando.

La 3ra, que no pienso seguir tolerando en silencio, como hasta ahora, el maltrato personal y público que viene dispensando desde el mismo día en que lo invite a Olivos luego de felicitarlo por su triunfo. Ni tampoco las mentiras que se siguen propalando merced a una impunidad mediática nunca antes vista…”, agregó la Presidenta en otra parte del relato.

Lo de ayer no fue una llamada telefónica para hablar sobre ninguna ceremonia. Fue simplemente, una operación mediática más en donde la sociedad debía leer: Macri le ordenó a Cristina que tenía que entregarle la banda y bastón en la Casa Rosada.

En cuanto a la autoridad de un gobierno o de un presidente: No se construye ni con colores, ni con imágenes y mucho menos gritándole a una mujer. Es algo más simple pero al mismo tiempo difícil. Gestión cotidiana y confianza de la sociedad de que no se va a gobernar en contra de ella.

Mientras tanto en la realidad cotidiana están sucediendo cosas producto de acciones y dichos del futuro gobierno que están afectando y afectarán aún más la vida de la gente. Ya lo dije en YPF hace 2 semanas no dejemos que mientras discutimos banalidades y trivialidades nos pasen los elefantes por detrás. Una vez más la realidad oculta por la impunidad mediática.”

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