Luego de meses de protestas y presentación de recursos legales, la Justicia porteña ordenó reponer en sus cargos a la directora y la docente del Jardín de Infantes Nº 2 de Flores.
Elsa Haydée Vincová y Mónica Alejandra Bellini habían sido separadas preventivamente de sus cargos “por no haber advertido los malos tratos” a los que era sometido Agustín Marrero, el pequeño de cinco años asesinado a golpes por su padrastro.
La jueza en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad de Buenos Aires, María Soledad Larrea, entendió finalmente que tanto la maestra como la directora actuaron como debían y, hasta que se dicte la sentencia definitiva, podrán volver a sus funciones.
A lo largo del 2015, la comunidad educativa y los padres del Jardín de Infantes N°2 de Flores se movilizaron para pedir la reincorporación de Vincová y Bellini.
Por el contrario, el por entonces ministro de Educación de la Ciudad de Buenos Aires y actual titular del Ministerio de Educación de la Nación, Esteban Bullrich, decidió culpar a las docentes: “No tocaron los botones de alerta que hay que tocar en los casos de maltrato”, habían justificado los funcionarios del área.
La Justicia terminó por respaldar a la maestra y a la directora, quienes habían declarado que sólo “en tres ocasiones Agustín llegó a la escuela con lastimaduras mínimas, pero siempre la madre acercaba certificados médicos“.
“No se advertiría la existencia de fundamentos suficientes que expliquen los motivos por los cuales Vincová y Bellini fueron apartadas de los cargos en los que se desempeñaban, como así tampoco, las causas que el ministro tuvo en cuenta para entender que la permanencia de las docentes en sus respectivos cargos resultara inconveniente”, señaló Larrea en el fallo.
