Pese a que lo vienen prometiendo desde hace años, el gobierno porteño hace caso omiso a leyes y sentencias que lo obligan a urbanizar villas y asentamientos.

Villa II

Vecinos de la Villa 31, y 31 Bis (Retiro), Villa 20 y Papa Francisco (Lugano), Zavaleta y Villa 21-24 (Barracas) , Villa 1-11-14 (Bajo Flores) vienen movilizándose desde hace tiempo por el cumplimiento de las leyes que obligan al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires a llevar adelante la urbanización de sus barrios.

Pese a las promesas de campaña, nada se ha avanzado en esa dirección a lo largo de los períodos en que estuvo Mauricio Macri al frente del ejecutivo porteño.  Desde hace más de once años que, por ejemplo, los vecinos esperan que se cumpla con dos leyes sancionadas por la Legislatura porteña: la n° 1769, que creó el Hospital de Lugano, y la n° 1770, que estableció la urbanización de la Villa 20.

En la apertura de las sesiones ordinarias, Horacio Rodríguez Larreta volvió a tocar el tema: “Trabajar con Nación nos va a permitir mejorar la forma en la que se vive en las villas. Nos van a traspasar terrenos así podemos hacerlo”, apuntó.

“Es un proceso que lleva tiempo y que se hace dialogando en equipo con los vecinos, y siempre con el apoyo de referentes sociales. La experiencia en Piletones es la mayor demostración, donde de la mano de Margarita Barrientos logramos que los vecinos del barrio hoy vivan mejor”, añadió escuetamente.

Los reiterados incumplimientos legales y la desidia del Gobierno de la Ciudad para con las villas y barrios porteños se ven reflejados en la grave situación habitacional y la carencia de servicios públicos básicos con la que conviven cientos de miles de vecinos.

Pese a los proyectos y las promesas, el panorama sigue siendo desalentador: los encargados de ejecutar el presupuesto del distrito más rico del país tienen pensado destinar tan sólo el 0,7% para mejorar las condiciones de vida de los más de 300.000 habitantes de los asentamientos.

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