Tras los disturbios y la represión en la calle Avellaneda, manteros y vendedores ambulantes protestaron en la Dirección de Espacio Público de la Ciudad de Buenos Aires.

Vendedores ambulantes II

“Los trabajadores desde hace más de 10 días no pueden trabajar, desplazados por la policía a los golpes, con gases lacrimógenos – algunos fueron detenidos – por el solo hecho de querer conservar su fuente de laburo”, aseveraron a través de un comunicado.

“Son estigmatizados por los medios de comunicación y por los funcionarios públicos que han querido instalar la problemática como una cuestión contravencional. El Estado debe responder ante la necesidad de trabajar de estos compañeros dando soluciones, dignificando su trabajo. Hasta ahora sólo prometió un galpón, una propuesta insuficiente y mentirosa. Debe dejar de improvisar y ejercer su rol como garante de los derechos de los trabajadores”, agregaron.

“Nuestros compañeros están sufriendo la suba de precios, la baja de las ventas, juntando peso por peso para poder subsistir. Lo poco que ganan se pierde en el alquiler y hoy, a falta de trabajo, no alcanzan para tener un techo y poder comer. El gobierno debe entender que no es un problema de dos o tres, sino que se trata de un sector muy amplio de trabajadores desprotegidos que quieren regularizar su situación, son familias enteras que sufren el incumplimiento de los derechos fundamentales para vivir dignamente”, concluyeron.

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