El Observatorio Sirio de Derechos Humanos confirmó el fallecimiento de niños, médicos y guardias del centro sanitario en el ataque.

Siria II

Al menos 53 personas murieron y varias más resultaron heridas luego de intensos bombardeos aéreos y fuego de artillería en la ciudad siria de Aleppo.

“Al Quds” era el último hospital que quedaba en pie en la devastada ciudad del norte de Siria y estaba siendo administrado por la organización Médicos Sin Fronteras (MSF). Según el OSDH, aproximadamente “139 civiles murieron en los últimos seis días a raíz de los fuertes combates que se registran en Aleppo”.

“Médicos Sin Fronteras condena categóricamente el bombardeo. Este ataque devastador destruyó un hospital vital para la Ciudad de Aleppo: era el centro principal de referencia para cuidados pediátricos. ¿Dónde están aquellos que tienen el poder y la obligación de parar con esta carnicería?”, cuestionó Muskilda Zancada, la jefa de la misión de la organización en territorio sirio.

Vale la pena recordar que todavía está vigente en Siria un alto el fuego entre las fuerzas gubernamentales y la Comisión Suprema para las Negociaciones (CSN), principal alianza opositora contra el régimen de Bashar Al-Assad: ninguno de los “dos bandos” se quiso hacer cargo del ataque.

Desde hace bastante tiempo que las autoridades de Médicos Sin Fronteras vienen advirtiendo sobre la peligrosidad de los ataques a civiles y hospitales en zonas de guerra. “Estamos retrocediendo cien años. Son tiempos de barbarie. No creo que en el siglo XXI deberíamos dejarnos arrastrar hasta allí. Si van a cambiar las reglas, entonces que nos avisen”, había señalado Joanne Liu, titular de la organización.

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