Soledad Acuña, titular del Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, dijo que invirtieron mucho en la educación pública: los números demuestran lo contrario.
“Hace ocho años recibimos las escuelas en un estado de emergencia, caótico, sin inversión durante años. En estos ocho años, se hizo mucha inversión”, señaló la titular de la cartera educativa en una entrevista con Página|12.
Más allá de sus dichos, las cifras la contradicen: según un informe elaborado por la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), la participación de la Dirección General de Infraestructura y Equipamiento en el presupuesto del Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires pasó del 8,9% en 2010 a apenas el 1,4% en 2016.
? El GCBA sostiene que faltaron 7.000 vacantes en las escuelas públicas porteñashttps://t.co/a08Hgr5ADb pic.twitter.com/2SMPyb4ClH
— Diario BA (@diariodeBA) 1 de agosto de 2016
“En educación nos pasa que la mitad de las escuelas tienen más de cien años. Cuando empezamos este año, no encontramos las escuelas en el estado que a todos nos gustaría verlas. Si bien hay mucho avanzado y hay escuelas nuevas, el jefe de gobierno decidió darnos este año el doble de presupuesto para infraestructura escolar. Hoy tenemos 200 obras al mismo tiempo”, argumentó luego Soledad Acuña.
“Tenemos veinte escuelas que están en estado crítico. La idea es hacer edificios nuevos que reemplacen esas veinte escuelas. Les pedimos a la Legislatura, a los gremios y a los supervisores que nos den su opinión. Por ejemplo, la escuela Banderitas de Retiro queremos hacerla de vuelta, porque el estado no es el que quisiéramos. Y queremos duplicarle la matrícula. En todos los casos, sería hacerlo en la zona. En Villa 31, van a ser dos polos educativos y una tercera escuela”, agregó.
¿Cómo puede ser que el presupuesto de la Ciudad de Buenos Aires, uno de los más altos per cápita de nuestro país, no alcance para refaccionar las escuelas ya existentes y terminar con los graves problemas edilicios?
De los años 2012 a 2015, la administración del PRO al frente del gobierno porteño privilegió algunos aspectos sobre otros: la inversión en publicidad oficial aumentó exponencialmente a la vez que disminuían las partidas presupuestarias para el área de infraestructura escolar.
La misma ACIJ advierte que el Ministerio de Ambiente y Espacio Público es el que mayor asignación tiene para obras “superficiales” y “no prioritarias”: por ejemplo, de los $3.631.179.993 para esa cartera, fue asignada una partida para la decoración navideña del microcentro de $8.000.000. Los fondos para este tipo de iniciativas duplican el presupuesto para arreglar los problemas de las escuelas públicas.
Una “muletilla” ya bastante conocida del sociólogo francés Pierre Bourdieu tal vez pueda ayudarnos a comenzar a dilucidar este tipo de cuestiones: “La sociedad actual le paga más al gerente de marketing que al maestro porque ama más comprar que a sus hijos”.
