El titular del Ministerio de Ambiente de la Nación habló sobre la “Ley de Humedales”, actualmente “cajoneada” en el Congreso de la Nación.

Humedales

Los argumentos que utilizan desde “Cambiemos” y, específicamente, desde el Ministerio de Ambiente para defender la megaminería, el “fracking”, los agronegocios y el uso del glifosato no son nuevos sino que están bien asentados en el manual empresarial del extractivismo.

Sin embargo, la constante apelación del ministro de Ambiente, Sergio Bergman, a la vaga idea de “desarrollo” para no sentar una posición lo suficientemente clara en ningún tema de la agenda logra echar más luz sobre sus intenciones que sobre lo que esconde.

“El desarrollo ocupa la posición central de una constelación semántica increíblemente poderosa. Nada hay en la mentalidad moderna que pueda comparársele como fuerza conductora del pensamiento y del comportamiento. Al mismo tiempo, muy pocas palabras son tan tenues, frágiles e incapaces de dar sustancia y significado al pensamiento y la acción como ésta”, señala Gustavo Esteva, activista social y escritor mexicano.

“En nombre de la modernización y bajo la bandera de la guerra a la pobreza – lanzada como siempre contra los pobres, no contra la pobreza misma – redesarrollar el Sur significa lanzar el ultimo y definitivo asalto contra la resistencia organizada al desarrollo y la economia. Conceptual y políticamente, el redesarrollo esta ahora tomando la forma de desarrollo sostenible”, agregó.

Cualquier similitud con los dichos del funcionario nacional no es coincidencia: utiliza los mismos conceptos y las mismas explicaciones para defender la minería – que emplea un porcentaje minúsculo de la población local, gira al exterior todas las divisas y devasta el medioambiente y la economía del lugar – o cualquier otro tema. Acá lo importante es avanzar con las banderas del “desarrollo”: avanzar sobre los humedales, sobre la negativa de pueblos que no quieren megaminería ni fracking, sobre los fumigados de todo el país.

En una entrevista con InfoBae, Sergio Bergman explicó qué es lo que pasa con la “Ley de Humedales”:

Bergman

“– Otro de los temas donde hay un claro conflicto de intereses es la ley de humedales, una de las primeras leyes anunciadas por el presidente Mauricio Macri, en un acto del que usted participó. Sin embargo, el Gobierno todavía no presentó ningún proyecto y desde el sector de “Pino” Solanas acusaron al bloque Cambiemos de boicotear el tema al no presentarse en los plenarios de comisiones para tratarlo. ¿Qué va a pasar con la ley?

– En absoluto, todo lo contrario. Ya desde febrero, cuando fue el Día de los Humedales y se hizo el anuncio, hubo un trabajo con algunos de nuestros legisladores y a nivel interministerial. El anteproyecto iba a ingresar vía Diputados, pero se tomó conocimiento de los senadores que ya tenían un proyecto y se decidió enriquecer la propuesta y, en nuestro caso, empezar con la gestión del inventario de humedales.

– Si bien la ley es mucho más laxa que la ley de glaciares, desde el sector del senador Alfredo De Angeli advirtieron que están en contra de los prohibicionismos, mientras que del otro lado plantean que no se puede conservar algo sin un mínimo de prohibición. ¿Cómo ve esta disputa?

– No hay que desestimar al otro porque tiene un interés o cancelarle las razones, porque es un intento estéril frente al diálogo y la creación de espacios de consenso, discusión y debate. Pero la función del Estado es anteponer el bien común a esos intereses.

– ¿Puede haber una ley de protección de humedales sin prohibiciones?

– No. Lo que tiene que haber es una ley que plantee lo que dice el artículo 41 de la Constitución: que vos necesitás un ambiente sano y equilibrado. La salud del ambiente es preservar los humedales porque cumplen una función muy importante. En nombre de una actividad productiva no se puede dejar de preservar, pero aún así no hay necesidad de confrontar preservación y desarrollo, porque la clave es articular en lo que llamamos “desarrollo sustentable”. No hay que buscar la forma de impedir, pero tampoco uno puede habilitar de manera indiscriminada.

– ¿Usted cree que la construcción de countries sobre humedales influyó en las inundaciones, sobre todo en la Provincia de Buenos Aires?

– Sobre eso hay estudios. Pero es un punto que se aplica en casi toda nuestra agenda: si se hubiera cumplido la ley, muchos problemas que tenemos no se tendrían que discutir. Dónde se construye un asentamiento está regulado por ley, pero cuando vas a ver las construcciones no se respetó ni su impacto ambiental.

– Entonces, la ley de humedales tiene que tener algún nivel de prohibición.

– Pero ya existe. Lo que hay que ver es por qué se hicieron desarrollos urbanos sin cumplir la ley. Incluso hay jueces que han dictado medidas cautelares porque descubrieron que el procedimiento de construcción no cumplió con la ley”.

El vacío legal existente permite que los humegales, estos ecosistemas vitales e irremplazables para la población y la salud, se encuentren en vías de desaparición y degradación progresiva.

Pese al anuncio de Mauricio Macri a comienzos del 2016, la ley de protección a los humedales sigue girando sin rumbo por los pasillos legislativos.

Detrás de esta maniobra, las distintas organizaciones sociales, medioambientales y políticos denuncian que se esconde un nuevo intento de frenar la iniciativa, tal cual lo hizo el Frente Para la Victoria (FPV) después de noviembre del 2013.

¿Hasta cuándo?

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