Distintos organismos de derechos humanos brindaron una conferencia de prensa en la ex ESMA para hablar de los pedidos de prisión domiciliaria y los juicios.

Etchecolatz X

“Si lo mandan a la casa, le vamos a contar a los vecinos que Etchecolatz es un torturador y un asesino. El escrache, si lo hay, va a ser muy distinto porque es un genocida probado por la justicia”, advirtieron desde HIJOS (Capital) en el comienzo del acto.

“Etchecolatz es un genocida con tres condenas, que sigue cometiendo delitos, porque no dice donde están los desaparecidos ni los nietos”, apuntó Guadalupe Godoy, abogada defensora de la familia de Jorge Julio López.

“Tenemos que recordar que son crímenes de lesa humanidad, que son imprescriptibles. Costó mucho lograr las condenas. Por eso queremos que los juicios continúen. Y nada de prisión domiciliaria: son delitos de lesa humanidad”, señaló “Taty” Almeida ante los presentes.

“La justicia sabe quién es este hombre, porque ya lo juzgó y lo condenó. El día de la condena por los crímenes en ‘La Cacha’, este personaje nos miró y sacó un papel que decía Julio López. Ese es Etchecolatz”, apuntó, por su parte, Estela de Carlotto.

“Etchecolatz es un personaje siniestro que desde la cárcel va a seguir queriendo asesinar. Sigamos insistiendo, tengamos memoria porque tenemos razón: queremos verdad y justicia, queremos no olvidar”, añadió la titular de Abuelas de Plaza de Mayo.

“Se están por cumplir diez años de la desaparición de Julio López. Etchecolatz es el símbolo de la crueldad de los genocidas. La Secretaría de DDHH debe acompañar el pedido de las querellas”, señaló Jose Schulman, de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre. La salud no puede ser usada como una puerta para la impunidad. Etchecolatz está compensando, los mismos médicos lo mandaron a la cárcel”.

El último viernes, el TOF 1 de La Plata había pasado para el miércoles la decisión en torno a si le darán o no ese beneficio al represor: sin embargo, avalaron el beneficio en horas de la tarde. Le concedieron el arresto domiciliario pese a que actualmente está condenado a cuatro reclusiones perpetuas por delitos de lesa humanidad y genocidio durante la última dictadura cívico-militar. Más allá de esto, esto por ahora no se efectivizará por una decisión de primera instancia que le impide al represor tener ese beneficio.

Según relataron a la prensa los querellantes, cuando el genocida ingresó a la guardia para ver su estado de salud se comprobó que estaba estable y que su cuadro no requería internación: por eso volvió al penal de Ezeiza. “Llamaba la atención la brusquedad de la baja, de 73 a 67 kilos en menos de una semana. No podía ser que estuviera estable con tanta pérdida de peso. Revisamos la documentación y un informe de abril encontramos que ya pesaba 67. O engordó después y ahora volvió a su peso o mintieron en el peso inicial de la huelga de hambre”, advirtieron.

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