El primer ministro húngaro, que hace algunas semanas los había calificado de “veneno”, ahora contó sus planes para echarlos del país.

Hungary II

“Vamos a hacer cercas y muros mucho más grandes en las fronteras del sur. Necesitamos hacer frente a un posible aumento de los refugiados”, apuntó Viktor Orbán en diálogo con una radio de su país.

“Es probable que necesitemos hacerlo: vamos a necesitar mucho más seguridad y una barrera para frenar a los cientos de miles de personas que van a querer entrar”, agregó con dureza.

“Si Turquía deja que los millones de refugiados que viven ahí salgan, bueno, vamos a tener que hacer algo para pararlos. Si no se puede hacer de buena manera lo vamos a hacer por la fuerza”, sentenció.

“La inmigración y los migrantes dañan la seguridad europea, son una amenaza y nos traen terrorismo. Y los problemas que estamos sufriendo son por dejar entrar gente que viene de áreas donde Europa y Occidente son vistos como enemigos”, concluyó.

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