El ex titular del Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, que debió renunciar por el escándalo de sus dichos, justificó su postura.

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“Me gustaría ser recordado como una persona que siempre dijo la verdad, le doy un valor superior. En la Argentina se lee la verdad como polémica, y la verdad es la verdad”, señaló Darío Lopérfido en una entrevista reciente con InfoBAE.

“El kirchnerismo hizo lo peor que puede hacer un régimen, que es llenar el país de fanáticos. El fanático no razona, agrede, no escucha los argumentos de los demás. Me tocó un año movido, pero que me da muchas satisfacciones porque parte del servicio público es decir la verdad. La verdad sana”, prosiguió.

“Dije que la cifra de treinta mil desaparecidos era una cifra simbólica y ahora apareció un dictamen oficial del Ministerio de Justicia, por pedido de una ONG, donde dice que fueron 8.630 y pico entre desaparecidos y ejecutados en forma sumaria. También dije que las desapariciones en la Argentina no habían empezado con la dictadura, habían empezado en el gobierno justicialista de Isabel Perón. El informe dice exactamente eso”, explicó Lopérfido.

“El informe oficial que se publica me da la razón. Para mí es una tragedia 8.600 personas muertas en un país que no fue bombardeado, que fueron muertos de a uno, torturados. Como decía Borges: ‘Un solo desaparecido sería un escándalo de la razón’. Fue tremendo. El fanático cree que si yo no digo ‘treinta mil’, soy un negacionista, la mayor canallada que escuché (…) es decirme a mí negacionista”, sentenció.

“Negacionista es, primero, un signo de vulgaridad intelectual, negacionista es decir: ‘No hubo muertes en la Argentina’. Yo dije lo que dijo Sábato, lo que dijo Fernández Meijide, lo que dijeron historiadores y lo que ahora dice un documento oficial que se ocupa de eso. Y no es un número fijo, porque nos podemos enterar dentro de un tiempo de que hubo otra persona desaparecida y se suma, es una lista abierta”, añadió.

También explicó cómo llegó a la decisión de dejar su cargo: “Renuncié porque Horacio Rodríguez Larreta es una buena persona y sentí que le estaba trayendo problemas por culpa de unos fanáticos que me acosaban. Me queda la tranquilidad espiritual de haber dicho la verdad”.

Por último, señaló: “Me acosaron, me amenazaron, me piquetearon. Ahora es público y notorio que lo que dije es cierto. (…) Soy muy crítico de mi propia ira. No me siento orgulloso de haber estado a los gritos discutiendo sobre un tema, porque no creo en eso. Lo que pasa es que te agotan las instancias, porque les proponía debatir pero no querían, me querían gritar ‘traidor’, ‘negacionista’, ‘asesino’, ‘genocida’, ‘te vamos a pegar un tiro’. Me amenazaron de muerte. El nivel de locura fue bravo”.

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