A través de una conferencia de prensa, el gobierno anunció nuevas inversiones en Vaca Muerta y la reducción “consensuada” con los gremios de los costos laborales.

Uno de los primeros en hacer referencia al acuerdo fue el dirigente del Partido Obrero, Marcelo Ramal: “La contracara del convenio flexibilizador que reduce a la tercera parte el salario de los petroleros y que se impondrá a otras ramas de la industria bajo el pretexto de enfrentar a la competencia internacional son beneficios excepcionales a los monopolios gasíferos y petroleros: se les garantiza un precio del gas de 7,50 u$s, tres veces superior al internacional”.

“Vaca Muerta no se empantanó por el ‘costo laboral’, sino por la crisis capitalista internacional, una de cuyas manifestaciones es la sobreproducción de los hidrocarburos ‘no convencionales’ y el derrumbe de sus precios”, denunció.

“El ‘paquetazo’ contra trabajadores y consumidores apunta a pagar el endeudamiento en el que esta YPF, no a relanzar la producción”, agregó con dureza el político que, junto a su partido, integra el Frente de Izquierda y de los Trabajadores.

Por otro lado, una de las cabezas del triunvirato de la CGT, Héctor Daer también cuestionó, aunque con algo más de cautela, el pacto entre los gremios petroleros y el gobierno de Mauricio Macri.

“El barril de petróleo llegó a 140 y pico de dólares y ahora eso cambió: por eso se adecúan las condiciones a la situación actual”, esgrimió en diálogo con Radio 10.

Subrayó especialmente que ese tipo de acuerdos “Este tipo de acuerdos ni siquiera está expandido al resto de la actividad petrolera. Nosotros queremos que no se traspole al resto de las actividades. El gobierno va a querer ponerlo como ejemplo, pero no es el mejor ejemplo. Es una relación empresarios-sindicatos que se va a adecuar a la realidad. Si se recupera el valor del petróleo, se recuperará el valor del salario”, sentenció.

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