La expulsión de los pueblos originarios de sus tierras no es nueva; sin embargo, los procesos de desterritorialización se renuevan al mismo tiempo que se corre la frontera productiva.

El pueblo mapuche lo sufrió en carne propia hace pocos años atrás: en 2011, YPF-Repsol anunció el descubrimiento de la formación petrolera Vaca Muerta y manifestó su interés de explotar la formación petrolera; inmediatamente, a partir de entonces, la comunidad “Campo Maripe” comenzó a padecer un proceso de hostigamiento por sus tierras.

Según Amnistía Intercional, el yacimiento tiene una superficie de 30 mil kilómetros cuadrados (tres millones de hectáreas) y ya hay más de un centenar de pozos de fracking funcionando. La resistencia comenzó desde el mismo momento en que el Estado y las empresas trasnacionales se instalaron allí pero las negociaciones nunca llegaron a buen puerto: los reclamos mapuche son constantemente desoídos y sus protestas reprimidas y/o judicializadas.

En diciembre de 2016 lanzaron un comunicado explicando su posición: “El pueblo mapuche es preexistente a la conformación de los Estados, de acuerdo a lo reconocido por la Constitución Nacional en su art. 75 inc. 17: por el contrario, son las petroleras, mineras y grandes estancias, las que se han instalado –muchas veces por la fuerza– en territorios comunitarios, profundizando su despojo”, explicaron las organizaciones.

“La presentación del Ministerio de Seguridad (junto con los Ministerios del Interior y Justicia y Derechos Humanos) refuerza el relato que busca legitimar la avanzada petrolera sobre territorios comunitarios indígenas, que es avalada por el Gobierno de la Provincia de Neuquén. En efecto, el gobierno local continúa incumpliendo la orden de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que lo insta a registrar las personerías jurídicas de las comunidades, condición que las habilita a defender sus derechos frente al Estado”, advirtieron.

Para colmo, un estudio interdisiplinario confirmó que la “perla” del desarrollismo extractivista argentino se encuentran anclados en territorio mapuche: “Hay permanencia probada en cada década, desde el 20, a través de documentos escritos, las marcas en su territorio y en el relato y la memoria de sus integrantes”, afirmó la antropóloga Jorgelina Villarreal, que elaboró el informe de 230 junto a un grupo de investigación.

Según el estudio, los Campo Maripe han “ocupado desde el siglo pasado los lotes 15 y 6”. Asimismo, se comprobó la ocupación actual de 11.000 hectáreas que van “desde el río Neuquén hasta la picada de ingreso a Aguada Pichana”.

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