Tras una larga reunión en la Federación Marítima, el triunvirato que comanda la central obrera confirmó el inicio de un plan de lucha.

La decisión de retirarse de la mesa de diálogo que compartían con empresarios y el gobierno fue el primer paso para decretar el comienzo de un ciclo de protestas de la CGT contra la administración de Mauricio Macri.

En conjunto con los gremios más importantes, los líderes de la central obrera resolvieron que se movilizarán el 7 de marzo al Ministerio de Industria y luego se convocará a una huelga general, prevista para la segunda quincena de marzo.

“Ya no hay tiempo para el diálogo. Hubo mucho compromisos pero no asumieron ninguno. Empresarios y gobierno están jugando en conjunto y eso va en contra de los trabajadores”, aseveró Héctor Daer en diálogo con la prensa.

“Se incumplieron las dos actas que firmamos en la mesa de diálogo, la del bono de $2000 y el compromiso de no despedir ni suspender trabajadores”, agregó con dureza.

“La movilización será en defensa del trabajo y producción nacional, paritarias libres, convenios colectivos de trabajo, del sistema previsional y de salud, de seguridad social, de la educación, en contra de la flexibilización y del aumento indiscriminado de tarifas”, aclaró.

“El diálogo está roto en tanto el gobierno no reaccione y tenga otro enfoque económico. No ha habido acierto en la implementación de las medidas económicas. Además, genera incertidumbre el cuadro tarifario y los aumentos. El enfoque económico está erosionando el poder adquisitivo de los trabajadores”, sentenció Juan Carlos Schmidt.

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