El titular del Ministerio de Ciencia, Lino Barañao, dio a conocer estas precisiones tras la primera reunión que llevó a cabo el organismo en el año.

Foto: M.A.F.I.A (www.somosmafia.com.ar)

El organismo aprobó con un solo voto en disidencia (el de la doctora Dora Barrancos, representante por el área de Ciencias Sociales) 450 vacantes, alrededor de la mitad de lo que se ofrecía hasta 2015. De esta manera, se reduce drásticamente el cupo para los que apliquen este año e ingresen en 2018.

Según lo establecido en la reunión, el 50% se asignará a temas estratégicos y tecnologías y el otro 50%, a las grandes áreas (ciencias básicas); al menos el 30% del total de los cargos deberán distribuirse en “zonas no centrales”.

“Las ciencias sociales tienen pocos temas estratégicos y los que trabajan en esas áreas se van a ver perjudicados”, advirtió Lucía Maffey, de la agrupación Jóvenes Científicos Precarizados (JCP).

Por otro lado, las autoridades aseguraron que “hasta el 31 de diciembre seguirá el proceso de transición” para resolver la situación de los 498 becarios evaluados y recomendados que no fueron incorporados en 2016 por los recortes, situación que motorizó la histórica toma del edificio a fines del año pasado.

“Achicar la planta del Conicet es obstruir el avance de líneas de investigación ya en marcha. También es inviable: los demás organismos del sistema no pueden absorber a los becarios. En las universidades nacionales, por ejemplo, se sabe que hay más trabajadores precarizados, en negro, que en la planta estable. Lo mismo pasa en otros ámbitos”, agregó Lucila D’Urso, también de Jóvenes Científicos Precarizados (JCP).

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