Luego de más de tres meses de investigación y de la declaración de testigos, la Fiscalía de Trata de Personas y Pedofilia de La Plata esbozó una hipótesis en torno a los abusos.

Foto: el sacerdote Nicolás Corradi, detenido, está implicado en los casos de abuso de La Plata y Mendoza.

La Justicia continúa investigando los abusos sucedidos en la década del 80 y el 90 en el Instituto Próvolo, con resultados parciales aberrantes.

El fiscal a cargo, Fernando Cartasegna, asume que hubo “un plan de selección de víctimas de abuso sexual” en el que estuvieron involucrados los sacerdotes que fueron detenidos en Mendoza hace algunas semanas atrás, luego de ser denunciados por abusar de los jóvenes sordomudos que formaban parte de la entidad.

La metodología empleada era espeluznante: algunos funcionarios eclesiásticos actuaban como “buenos” y otros como “malos” ante los niños y, a los más chicos, los hacían entrar en el baño con otros menores un poco más grandes para darse cuenta quienes eran “más vulnerables” a los posibles abusos.

En diciembre de 2016, los abusos sexuales a niños sordomudos en el “Instituto Antonio Próvolo”, en la localidad mendocina de Luján, volvieron a destapar la olla en torno al encubrimiento de la Iglesia Católica de sus curas y sacerdotes pedófilos.

Hasta el momento se comprobaron 12 abusos de niños, niñas y adolescentes con dificultades para escuchar, hablar o ambas y no descartan que haya muchos más casos.

Las pruebas apuntan contra los sacerdotes Nicolás Corradi (82) y Horacio Corbacho (55), ambos implicados también en los casos del Instituto Próvolo de La Plata. Asimismo, en Mendoza fueron denunciados el ex empleado del instituto José Luis Ojeda (41), el monaguillo Jorge Bordón (55) y el jardinero, Armando Gómez (46).

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