El primer jueves de cada mes, a las 18.30, habrá reuniones abiertas en las 54 dependencias policiales de la Ciudad de Buenos Aires entre las autoridades y los vecinos.

La muerte de Brian Aguinaco en Flores y la posterior furia de los vecinos ante los oficiales que se encontraban manejando la comisaría 38 tuvo uno de sus primeros efectos en la puesta en marcha del plan “Comisarías Abiertas”.

Según el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, fueron más de 3.500 las personas que concurrieron a las dependencias policiales para comunicarle a los funcionarios y jefes policiales sus principales preocupaciones.

En esta línea, advirtieron que los reclamos que más se escucharon en boca de los vecinos fue el pedido de más presencia policial en las calles, especialmente de noche; “más controles vehículares” y prevenir robos de “motochorros”.

“La gente planteó reclamos sobre trapitos, mal estacionamiento y robos, sobre todo a la noche. Fue una experiencia valiosa, donde los vecinos destacaron poder hablar directamente con las autoridades”, señaló Francisco Quintana, legislador del PRO, en diálogo con Clarín. “Este es un plan integral para mejorar la seguridad que incluye muchas cosas, como sumar más policías o que los efectivos que hoy hacen tareas administrativas salgan a las calles. Y una de las partes más importantes de nuestro plan es involucrar a los vecinos de la ciudad”, remató.

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