Los dirigentes reprogramaron la fecha para meter presión pero los futbolistas no dan el brazo a torcer: los técnicos también están a punto de lanzar sus reclamos.

El conflicto por el paro de futbolistas continúa y, luego de una nueva reunión, las posibilidades de que comience a rodar la pelota siguen siendo las mismas: hay muchos sueldos adeudados, muchos intereses en medio y la plata no termina de satisfacer a las partes.

“Nada cambió. Fue una reunión informativa. El dinero es insuficiente. No se cancela la deuda”, comunicó Sergio Marchi en las últimas horas.

“Necesitamos cumplir con las necesidades de los futbolistas, y a medida de que eso no ocurra, va a seguir el cese de actividades. Siempre cuando hay un conflicto, hay presiones. Hay que trabajar, resistir sabiendo que el planteo es totalmente justo. Depende de la dirigencia”, sentenció.

A modo de presión, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) decidió reprogramar la decimoquinta fecha del torneo de Primera División que, en caso de que se levante la medida de fuerza o se proceda a jugar con juveniles, comenzará este jueves.

El primer partido sería en Liniers, entre Vélez Sarsfield y Estudiantes de La Plata. Boca debutaría recién el sábado por la noche ante Banfield en el “Florencio Sola” y Racing haría lo propio el domingo, en el “Cilindro de Avellaneda”, ante Lanús.

El de River con Unión quedó fijado para el domingo a las 19 y el “Ciclón” deberá jugar un día antes contra Belgrano de Córdoba en el “Nuevo Gasómetro”. Para sumarle un problema más al estado catastrófico del fútbol local, la AFA dispuso que Independiente y Talleres de Córdoba jueguen el sábado en el “Mario Alberto Kempes”; sin embargo, desde la “T” avisaron que el campo no está disponible, sumando un obstáculo más para que el inicio del torneo sea, al fin de cuentas, una realidad un poco más palpable.

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