Una lluvia incesante y un campo de juego inundado fueron la postal que ofreció el “Anastasio Girardot”: después de la suspensión, River lo ganó 3 a 1.

El primer tiempo entre River e Independiente de Medellín arrancó cuando no debería de haber arrancado y a los pocos minutos los jugadores, el cuerpo técnico y los espectadores pagaron las consecuencias: el árbitro tuvo que suspenderlo.

Luego de varias patadas, caídas y de que el juego se desnaturalizara por la imposibilidad de la pelota de rodar correctamente sobre el césped, la autoridad se decidió a hacerle caso a los dos técnicos argentinos: Luis Zubeldía y Marcelo Gallardo.

Tras la breve reunión, se decidió que se fueran a los vestuarios tanto los jugadores como las autoridades a la espera de que cambien las condiciones climáticas.

40 minutos después se reanudó el encuentro y ahí el conjunto “millonario” sacó la diferencia: primero fue un penal que Lucas Alario convirtió en gol el que le llevó tranquilidad al banco de suplentes visitante. Y unos minutos más tarde fue Sebastián Driussi quien aumentó el marcador.

Ya en la segunda parte, River manejó sin problemas los tiempos y mantuvo a raya las intenciones de Independiente de Medellín. A treinta del final, Martínez Quarta selló el partido con un golazo. Recién a tres minutos del final pudo descontar el equipo local: Quintero cambió por gol un penal cometido por Augusto Batalla.

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