La alianza gobernante se limitó a hacer vagas referencias a la democracia e, incluso, culparon a los “negocios con los DDHH” y a la política por la imposibilidad de procesar lo ocurrido.

Cada 24 de marzo representa un problema para el espacio que lidera Mauricio Macri ante la imposibilidad de decir llanamente lo que piensan buena parte de sus integrantes y sus siempre polémicas declaraciones.

Este no fue la excepción, comenzando por el ofensivo mensaje con el que posaron un puñado de sus diputados: lejos de criticar el genocidio, se mostraron con pancartas que rezaban: “Nunca más a los negocios con los DDHH” y “Nunca más a la interrupción del orden democrático”.

En la misma línea corrió el mensaje de Claudio Avruj, titular de la Secretaría de Derechos Humanos: en vez de rechazar y condenar las desapariciones y pedir justicia, se limitó a decir que “la política metió la cola” y que, por eso, no se ha procesado lo que pasó en la dictadura.

Mauricio Macri, por su parte, estuvo lejos de mostrarse conmovido, tal cual lo hizo el año pasado con Barack Obama, el ex presidente de los Estados Unidos. Por el contrario, decidió no realizar ningún acto oficial.

En un escueto comunicado, el mandatario ni siquiera hizo mención al aniquilamiento o a la dictadura, sino que simplemente se limitó a citar, vía Facebook, un tibio y liviano pasaje del “Nunca Más”:

“Las grandes calamidades son siempre aleccionadoras, y sin duda el más terrible drama que en toda su historia sufrió la Nación durante el periodo que duró la dictadura militar iniciada en marzo de 1976 servirá para hacernos comprender que únicamente la democracia es capaz de preservar a un pueblo de semejante horror, que sólo ella puede mantener y salvar los sagrados y esenciales derechos de la criatura humana. Unicamente así podremos estar seguros de que NUNCA MÁS en nuestra patria se repetirán hechos que nos han hecho trágicamente famosos en el mundo civilizado.”

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