No son momentos fáciles para Brasil y mucho menos para sus instituciones democráticas: tras el desplazamiento forzado de Dilma Rousseff del poder por “hechos de corrupción”, ahora toda la plana mayor del gobierno actual, especialmente el presidente Michel Temer, fue grabada en video exigiendo coimas.

En las últimas horas, los partidos políticos de la oposición e inclusive algunos que se han mostrado cercanos a su administración están discutiendo la presentación conjunta de un pedido de impeachment contra el Jefe de Estado.

Marina Silva, ex candidata presidencial, también exigió que dé un paso al costado: “Temer no tiene credibilidad, no tiene legitimidad y va para cero popularidad”, sentenció terminantemente la ambientalista al periódico Folha de S. Paulo. “La renuncia es lo único que le resta al presidente”, remató con dureza.

Hasta el Partido Sociademócrata Brasileño, socio de Temer, amenaza con salir de la coalición de gobierno en caso de que no renuncie. Por más tragicómico que parezca, el presidente del espacio político y ex candidato por el PSDB, Aecio Neves, también aparece en las grabaciones pidiendo una coima de 20 millones de dólares. Por esto la Corte Suprema ordenó la suspensión de su mandato como senador.

En medio de un silencio espectral, Michel Temer decidió cancelar su agenda prevista para este jueves y brindó un mensaje al país.

Contra todos los pronósticos y las informaciones de los medios locales, el presidente pidió “conocer las grabaciones” a las que calificó de “clandestinas”. “No voy a renunciar”, sentenció Temer.

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