Brasil está al rojo vivo: en las últimas horas, la Policía Federal allanó distintas oficinas del Parlamento en busca de documentación conexa al escándalo de corrupción que puso al presidente Michel Temer al borde del juicio político.

El mandatario fue grabado por los dueños del mayor frigorífico el mundo, JBS Friboi, dando su aval para comprar el silencio del detenido ex diputado Eduardo Cunha, un cercano aliado y considerado el motor y cerebro del juicio político que destituyó a Dilma Rousseff.

En este marco, la ex candidata presidencial Marina Silva reapareció públicamente para brindar su punto de vista respecto de la crisis terminal que paraliza al gobierno.

“Temer no tiene credibilidad, no tiene legitimidad y va para cero popularidad”, sentenció terminantemente la ambientalista al periódico Folha de S. Paulo. “La renuncia es lo único que le resta al presidente”, remató con dureza.

Vale la pena recordar que Marina Silva quedó en la tercera posición de la elección presidencial del 2014, detrás de Dilma Rousseff y Aécio Neves, este último también implicado en delitos de corrupción.

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