La CTA de Río Negro fue una de las primeras organizaciones en salir al cruce de los anuncios presidenciales: “En el mundo, después del desastre que significó Fukushima, las naciones apuntan a desmantelar las centrales nucleares, a excepción de China que quiere incrementarlas”.

“Ahora bien, la planta que Macri y Weretilneck quieren imponernos a todos los rionegrinos se financiará con capital chino: ¿Además del millonario negocio que significará para unas pocas manos, que otros objetivos se ocultan detrás de ello?”, cuestionaron.

“La energía nuclear es muy riesgosa, muy sucia y contaminante, y la que menos manos de obra ofrece. Los rionegrinos no debemos dejarnos engañar porque nos prometan una inversión millonario o un puñado de puestos de trabajo. Estos gobernantes quieren seguir saqueando nuestros recursos naturales, nuestros bienes comunes y dejarnos desierto, contaminación y ahora también nos quieren convertir en el basurero nuclear del mundo”, advirtieron desde la central de trabajadores, tras confirmar que pondrán a disposición planillas en supermercados, escuelas, hospitales y otros lugares públicos de la provincia para juntar firmas contra la iniciativa.

Desde la Unión de Asambleas Patagónicas también dijeron no: “Más allá de la decisión de los gobiernos argentino y rionegrino, los habitantes patagónicos rechazamos dicha acción por inconsulta, arbitraria e ilegítima. Por considerar esta fuente de energía como sucia, peligrosa y costosa”.

Bien lejos de la posición de su par rionegrino, el gobernador de Chubut, Mario Das Neves, aseguró que “hará todo lo imposible” para evitar que se construya una de las centrales nucleares en territorio patagónico.

“Tenemos que mantener una posición consecuente con nuestra historia, nosotros no podemos avalar esto. Es como que a ellos no les interesa el territorio. Acá hay doble intención que tiene que ver con el uranio que tenemos nosotros en la zona de Cerro Solo, que es un bien buscado por todos los sectores. Vamos a dar batalla”, aseveró en el transcurso de la semana en diálogo con Radio Del Mar.

“Sierra Grande fue minera y después dejaron 20 mil personas en la calle, esta es una central nuclear que la quieren instalar cercana a Península Valdés, que es patrimonio de la humanidad y un lugar histórico de nuestra provincia. Nosotros nos vamos a oponer, seguimos con la misma postura”, sentenció.

Magdalena Odarda, electa por el Frente Progresista CC-ARI, también propuso el rechazo al acuerdo con China y pidió llevar adelante una consulta popular vinculante.

“Hace 17 años, cuando fui concejal de Sierra Grande, impulsé una ordenanza para que sea un municipio libre de energía nuclear. Tengo una posición tomada al respecto y no la voy a cambiar”, aseveró en diálogo con Ámbito Financiero.

“Un accidente nuclear, por más chico que fuera, sería un desastre. Acá hay conciencia: pese a que se derogó la ley anti-cianuro, nunca se pudo explotar la megaminería en la provincia. Sólo en Bariloche hubo 50 marchas autoconvocadas. En Sierra Grande la minera china dejó este año en la calle a 270 familias y ahora volverán con esta central. ¿Por qué energía nuclear en Río Negro y energías limpias en Jujuy y Neuquén?”, remató Odarda.

Por último, respecto a Atucha III, desde el “Movimiento Antinuclear Zárate Campana” hablaron con un medio local rechazando su construcción y pidiendo una consulta vinculante: “Queremos que sea todo el país quien decida mediante un referéndum porque hoy será empleo o no sé que otro beneficio, entre comillas, pero el combustible nuclear usado quedará frente a las narices de nuevas generaciones en piletones de agua que hoy se guardan en dos grandes edificios que se pueden ver en el predio nuclear de Atucha I y II. Además si todos los argentinos están de acuerdo en pagar eso con los fondos públicos”.

Comentarios

comentarios