Pese a la intensa lluvia y el andar irregular en el semestre, el equipo de Diego Cocca tuvo, en líneas generales, un partido tranquilo en la noche colombiana.

El 1 a 0 obtenido en Avellaneda le dejaba el camino libre a la “Academia” para preocuparse en mantener el cero en su arco y, en algún contragolpe, tratar de liquidar la historia.

Los primeros minutos fueron lo mejor de los locales: sin mucho fútbol ni ideas pero con empuje, los colombianos atosigaron con centros e intentos por los costados a la defensa visitante que siempre respondió con firmeza.

Un poco más afincado en el campo de juego, el mediocampo de Racing empezó a manejar algo más la pelota y, gracias a un pase largo impreciso y errores garrafales de la defensa de Rionegro Águilas, logró ponerse en ventaja. Cuadra aprovechó la desaveniencia entre un defensor y el arquero para picársela con calidad y sentenciar el 1 a 0.

En la segunda parte el conjunto visitante salió mejor, con más presencia en ataque y mayor tenencia de la pelota; sin embargo, el que golpeó fue el local.

Después de una jugada confusa, con un rebote en el medio, Hurtado encontró la pelota afuera del área y, con calidad, la puso junto a un palo para sellar el 1 a 1 y darle algo de esperanza a su equipo.

Los minutos después de la igualdad fueron los mejores para los colombianos: con más ganas que otra cosa complicaron a la defensa “académica” y merodearon el área rival. La preocupación, sin embargo, fue una brisa que se disipó: Racing manejó los últimos minutos a gusto y se trajo la clasificación a la Argentina.

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