Este último jueves la línea 60 detuvo su funcionamiento como medida de fuerza gremial por el despido de 10 trabajadores y la suspensión de otros 15.

“Esto de los despidos fue una sorpresa porque se venia negociando en conciliación voluntaria y poniendo la mejores de las voluntades para solucionarlo pero en el medio de eso aparece esto. No creemos que esta sea la forma, pero nos sorprendió y teníamos que tomar una medida inmediata”, reveló el delegado Iván Iza en diálogo con LN+.

“La medida es una respuesta inmediata a las cesantías y suspensiones que impuso la empresa a nuestros compañeros. Nuestra intención no es la de parar el servicio sino trabajar sin cobrar boleto como hicimos en 2015. Queremos arrancar el lunes. El servicio seguramente en las próximas horas volverá a funcionar”, prosiguió.

En esta línea, recapituló los escalones del conflicto que llevaron a esta situación: “A partir del asesinato de nuestro compañero David Ramallo, hicimos una serie de denuncias. Hubo una inspección integral de la superintendencia, del Gobierno de la Ciudad y de las ART, pero todas esas irregularidades no fueron solucionadas todavía. Cuando la empresa nos llama para negociar, al mismo tiempo despide 10 trabajadores y suspende a otros 15. La empresa ni siquiera tiene ART en otras líneas”.

Mientras tanto, y como argumento de los despidos y suspensiones, se filtraron a la prensa imágenes de las agresiones a personal administrativo y los destrozos que provocaron en septiembre del 2016 algunos de los trabajadores en las oficinas que la empresa tiene en la nueva terminal ubicada en el barrio porteño de Barracas.

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