La estrella de Hollywood, conocida sobre todo por encarnar a la “Princesa Leia” en Star Wars, falleció en diciembre del 2016 después de sufrir un ataque cardíaco luego de tomar un vuelo de Londres a Los Ángeles.

La autopsia, sin embargo, reveló otros factores que podrían haber influido en su deceso: los forenses encontraron cocaína en su sistema, la cual había sido ingerida a su cuerpo tres días antes.

Como si esto fuera poco, las autoridades reconocieron que también hallaron “rastros de heroina y MDMA, también conocido como éxtasis” en los exámenes que se le realizaron en el Hospital de Los Ángeles, donde estuvo cuatro días internada antes de morir.

Por ello, al menos por el momento, la conclusión a la que arribaron los expertos es que Carrie Fisher murió por una “apnea de sueño y la combinación de otros factores.

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