La multinacional “Pepsico Argentina” decidió terminar con las operaciones de la planta de snacks ubicada en la localidad bonaerense de Florida, en Vicente López, por lo que 600 empleados se quedaron sin trabajo.

En un modus operandi que se repite ante cada conflicto importante de este tipo, los trabajadores se encontraron con la novedad cuando fueron a la fábrica a trabajar.

En el portón, un cartel indicaba que el personal quedaba “transitoriamente liberado de prestar servicios”, aunque aclarando que lo hacían “manteniendo el goce de haberes”.

Camilo Mones, delegado de la alimenticia Pepsico, habló en Radio Con Vos sobre la situación que están atravesando los cesanteados: “No es un problema económico porque la planta está produciendo muy bien; es un problema meramente político”.

“Desde la empresa no quieren decir que son despidos ni cierre. Echan trabajadores para después tomar otros nuevos en malas condiciones de trabajo. La planta está para producir perfectamente. Lo que hacen es un desvío de la producción a Mar del Plata y un vaciamiento con los trabajadores”, agregó.

“Acá hay más de 600 familias que se quedan sin sustento. A muchos los llamaron a la noche diciéndoles que en la semana se podían acercar para arreglar la remuneración tras los despidos. Concretamente la planta hoy está cerrada”, apuntó Luis Medina, delegado.

Pepsico, por su parte, justificó a través de un comunicado el cierre “debido a los obstáculos inherentes a la ubicación de la planta en un área mayormente residencial, su compleja estructura de costos y extensos requerimientos logísticos”.

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