“Fue bastante más lenta la toma de la determinación que las otras veces porque tenía más dudas. Quería dejar madurar más la decisión para ver cómo me sentía, qué me pasaba y cuántos interrogantes me surgían. Y cuando sentí que maduró la cosa, entendí que había pasado el tiempo suficiente para comunicar qué iba a ser de mi futuro”, aseveró el bahiense en una nota publicada en “La Nación”.

“Había hablado con Pop bastante antes de salir de vacaciones y él me dijo que quería que siguiera y que me necesitaba en el equipo. Con todos esos elementos, me di un espacio para pensar bien qué quería hacer realmente. No sentí que él quisiera convencerme; simplemente me dijo lo que pensaba. Incluso sé que si hubiera sido diferente también me lo habría dicho. Si no me quería, casi me era todo más fácil”, reveló.

“Acepté porque es un gran honor estar en una franquicia así, con 40 años, sintiéndome importante, con gente que me dice que me quiere y que sigo siendo importante para el equipo. Todo lo que tenía pensado si me retiraba, lo pospondré un tiempo más. En cambio, si me retiraba y me tomaba un año, no iba a poder volver a competir a los 41. Siento que tomé la determinación correcta (…) Lo real es que todavía lo paso bien y lo disfruto. Tengo menos responsabilidades que antes y me cuidan mucho. Es ideal para mí todo esto, y más que nada, a mi edad. Y la familia no fue un problema”, remató.

  • Para leer la columna completa de Manu Ginóbili: La Nación

Comentarios

comentarios