El Barcelona pidió la suspensión del partido ante la represión en toda la regió nde Catauña pero la Liga de España no lo aceptó: si el club “culé” no jugaba, se le quitarían tres puntos.

Ante este panorama, el club catalán tomó la decisión de jugar a puertas cerradas, algo que comunicó apenas media hora antes del inicio y con miles de hinchas en las puertas del mítico Camp Nou.

Josep María Bartomeu, presidente del Barcelona, manifestó: “No se hace por seguridad. La seguridad está garantizada, así nos dijeron los Mossos y la Policía Nacional. Se hace a puerta cerrada por medios excepcionales, no por seguridad. Lamentamos muchísimo lo que está sucediendo hoy en día en Cataluña, esa falta de libertad de expresión que nos tanto valoramos”.

“Vemos con mucha pena lo que está ocurriendo. y por eso hemos decidido, en lugar de anular el partido, que era lo que queríamos todos, jugar el partido, pero de una manera excepcional, es decir, sin público, a puerta cerrada para que se vea que se juega un partido de fútbol, pero nada que tiene que ver con la normalidad que hemos jugado durante toda nuestra historia”, remató.

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