El fútbol mueve millones no sólo con la compra/venta de jugadores o derechos de televisión: también hay todo un mercado ilegal y paralelo que ofrece suculentos botines.

La Selección Argentina es, por supuesto, un gran negocio para los barras de los clubes que ofician de anfitriones de sus partidos: River lo sabe y Boca también.

El periodista Gustavo Grabia desgranó ahora la relación comercial entre “La 12” y los dirigentes de la AFA por el partido ante Perú en la “Bombonera”.

“El verdadero negocio para la barra no viene de la reventa de tickets. De hecho sólo recibieron 900 (700 populares y 200 plateas) de las cuales al circuito de reventa habrían ido 400. Todas las otras entradas que se revenden por sitios de internet y agencias de turismo salen de las entregadas institucionalmente al club anfitrión en concepto de peñas y agrupaciones, a los otros clubes que también tienen cupo propio, a los sponsors y a la venta interna de AFA y de la empresa web que las comercializa. Tanto es así que el fiscal Cristian Longobardi, que tiene la causa por la reventa, mandó a hacer inteligencia en los lugares habituales donde creen que La Doce comercializa y no logró sacar nada. Apenas se dieron de baja los sitios de internet. Encima, la AFA y Ticketek recién le respondieron ayer cuántas entradas se pusieron a la venta y cuáles fueron a los canales internos. Un bochorno”, aseveró en su columna de InfoBAE.

“Ser los wedding planner de la selección sí les dio beneficios directos a la barra. Porque le pasaron a los dirigentes una factura con varios ceros, pero la mayor parte de la plata no se utilizó para nada. ¿Por qué? Porque los barra fueron al depósito de cosas viejas y desempolvaron todo el cotillón que para el Mundial 2010 les había entregado Diego Maradona cuando fue el técnico de la Selección y los convocó como la barra del equipo, intentando reeditar la alianza de los Mundiales 86 y 90”, prosiguió Grabia.

“La barra ya ganó: además de embolsar los billetes desde Viamonte y los tickets, espera hacer fortuna con las camisetas específicas del evento que las venden a 600 pesos, los trapitos, el resto del merchandising, y la comida y bebida al paso”, remató.

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