Las declaraciones públicas de la vicepresidenta del gobierno español sobre la fuga de empresas de Cataluña tras el referéndum del 1 de octubre volvió a sacudir el ya inestable panorama político, económico y social.

Saénz de Santamaría aseveró en una conferencia de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros que en el primer semestre la inversión en la región catalana cayó un 10% mientras que en España subió un 13%.

“La Generalitat está creando todas las condiciones para sumir a Cataluña en una aguda desaceleración”, espetó ante los presentes.

La respuesta no se hizo esperar: las autoridades catalanas rechazaron esas cifras y acusaron a la administración de Mariano Rajoy de estar detrás de la fuga de empresas y firmas.

“Es temerario dar datos que no son robustos. Crear inestabilidad económica es una gran irresponsabilidad, tanto en Cataluña como en España. Los datos oficiales de turismo llegan en agosto, los de inversión extranjera en junio”, advirtieron funcionarios de la Generalitat.

“Hablan de expectativas, pero no es serio que un gobierno comente datos que no están cerrados y que pueden perjudicar a muchas personas en diversos sectores. Esto es lo contrario de lo que deberían hacer”, remataron.

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