80 días después de su desaparición, en medio de incansables rumores, tergiversaciones y noticias mediáticas, la familia de Santiago Maldonado pudo reconocer el cuerpo encontrado en el Río Chubut.

“Es Santiago”, afirmó Sergio Maldonado ante las cámaras de televisión apostadas en la puerta de la Morgue Judicial. Horas más tarde, y según los peritos, el cuerpo de Maldonado arrojó los primeros datos de la autopsia: “no tenía lesiones” y, en el transcurso de las próximas semanas, se esclarecerá la causa de la muerte.

Lo vieron por última vez con vida intentando cruzar un río: del otro lado del mismo, miembros de la comunidad mapuche del norte de Chubut continuaban con su carrera para escapar de la Gendarmería Nacional.

Ante la inacción de las autoridades, poco a poco la indignación creció y las repercusiones también: el Comité contra la Desaparición Forzada de la ONU pidió por su aparición al igual que Amnistía Internacional.

A diez días de su desaparición, organismos de derechos humanos y organizaciones sociales realizaron un acto en Plaza de Mayo para reclamarle al gobierno de Mauricio Macri su aparición con vida: todos ellos apuntaban contra Gendarmería Nacional.

Con el correr de los días las primeras pistas de la investigación empezaron a darle la razón a la familia de Santiago Maldonado y a los organismos: todas las luces indicaban hacia la responsabilidad de las fuerzas de seguridad.

Los peritajes sobre los teléfonos celulares de los gendarmes que participaron de la represión a la comunidad mapuche el 1 de agosto comprometen a Gendarmería Nacional y, también, al Ministerio de Seguridad de la Nación que conduce Patricia Bullrich.

Ahora, con el juez Gustavo Lleral llevando adelante la causa, la justicia podrá intentar dar cuenta de lo sucedido: indefectiblemente, el cuerpo sin vida del joven artesano dará algunas certezas de qué es lo que le sucedió y quienes están detrás de su muerte.

Comentarios

comentarios