De entrada, el conjunto “millonario” no la pasaba demasiado bien en la noche del sur: Lanús salió con todo en la “Fortaleza” y, con más presión que juego, lo maniató durante los primeros minutos empujándolo contra el arco defendido por Lux.

Sin embargo, un penal de Braghieri a los quince cambió el ritmo del encuentro: Ignacio Scocco lo cambió por gol y estiró aún más la ventaja que habían sacado en el “Monumental”.

Como si faltara algo, a los tres minutos, Montiel aprovechó un rebote del arquero “granate” y, de cabeza, puso el 2 a 0 que, a esa altura, parecía definitivo. En el medio, el árbitro se comió un claro penal para los “millonarios”.

El partido, a partir de ahí, se quebró: Lanús se puso nervioso, empezó a dividir mucho la pelota y los de Marcelo Gallardo empezaron a jugar con su intranquilidad. Recién a los 45, el “Pepe” Sand marcó para poner el descuento.

El 2 a 2 marcado por el histórico goleador apenas arrancó la segunda parte le devolvió la ilusión a los miles de hinchas del “Granate”: su equipo, además, arrolló al rival desde ese momento.

Tiempo más tarde, otra vez apareció el “Pepe” Sand: armó una jugada espectacular por la derecha del ataque, desairó a Pinola y habilitó con un centro bajo al “Laucha” Acosta, que definió con el arco vacío.

A los 22 minutos la hazaña se materializó: Montiel pasó de héroe a villano, agarró a Pasquini en el área pero el árbitro tampoco lo cobró. Sin embargo, apeló al VAR y terminó convalidando penal: Silva, desde los doce pasos, no falló y puso el 4 a 2 definitivo.

River fue un manojo de nervios a partir de ir abajo en el marcador pero aún así pudo llegar a quedarse con la serie: el palo le negó el gol a Pinola y un rato después el arquero le ahogó el grito a Ponzio.

Después de cinco minutos de adición, Lanús finalmente se desahogó y festejó el pase a la final de la Copa Libertadores por primera vez en su historia: allí esperará por Barcelona de Ecuador o Gremio de Brasil.

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