Sayfullo Habibullaevic Saipov asesinó a ocho personas con un camión de “Home Depot” en una tarde de furia en Manhattan: cinco eran argentinos.

Minutos después del ataque las autoridades norteamericanas se encontraron en la posición de confirmar que se trató de un atentado terrorista ya que en el vehículo había una nota: el atacante dejó asentado que actuaba en nombre del Estado Islámico (ISIS).

Un amigo del atacante aseguró que tiene una mujer y dos hijos, que el ciudadano proveniente de Uzbekistán estaba trabajando como camionero y conductor de Uber y que había ingresado a los Estados Unidos en 2010.

Luego de atropellar a los ciclistas y de gritar “Allahu Akbar”, el atacante corrió con dos pistolas (una de aire comprimido y otra de paintball) ante de recibir un disparo en el abdomen y ser detenido. El terrorista fue trasladado al hospital Bellevue, donde permanece bajo custodia.

Según CBS News, el “jihadista” aseguró estar “orgulloso” de sus acciones y advirtió que habría continuado con su raid asesino si no fuera porque se estrelló contra un colectivo escolar.

Más tarde, el jefe de contraterrorismo de la Policía de Nueva York, John Miller, informó que el atacante “siguió casi exactamente al pie de la letra las instrucciones que Estado Islámico puso en sus cuentas de redes sociales”.

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