Después de tres semanas de idas y vueltas, finalmente el gobierno de Mauricio Macri y la CGT llegaron a un acuerdo respecto de la reforma laboral que buscará aprobar el oficialismo en el Congreso de la Nación.

“Nos sorprendió el proyecto, el cual cuestionamos severamente por poner en discusión temas que no habían sido tratados. Además, creíamos que había determinadas cosas que afectaban muchísimo los derechos de los trabajadores. Pero finalmente pudimos encontrar un camino que para nosotros deja en pie los derechos fundamentales de los trabajadores”, aseveró Héctor Daer en diálogo con Radio Mitre.

“Se pudo establecer un mecanismo para facilitar que alrededor de 900 mil trabajadores que están en relación de dependencia y no están formalizados tengan un camino para que sus empleadores los formalicen y tengan un reconocimiento de derechos individuales y aportes al sistema previsional desde el inicio de su relación laboral”, explicó el gremialista en torno al por qué de la aprobación del proyecto por parte de la central obrera.

“Se aprobaron también cuestiones que tienen que ver con formación profesional de los trabajadores. Esto es importante para los compañeros que están trabajando y no se los lleve por delante el avance tecnológico. Y para aquellos que se tienen que incorporar que sepan en qué formarse para encontrar trabajo”, señaló luego.

“Los derechos que para nosotros eran fundamentales como la filosofía del derecho tutelar, que no se deje de lado y que se empiece a hablar de una relación de iguales entre empresario y trabajador y que pierda esa tutela, haría desaparecer el fuero laboral. Sobre la tercerización, primero no se rompió la solidaridad en caso de incumplimiento. Después se sumó un dato importante: nadie puede subcontratar sus tareas por debajo de los costos. Si una empresa tiene camiones propios esos compañeros son de la actividad”, añadió Daer.

“Me parece que hay ignorancia por parte de algunos sobre los límites de la discusión y el acuerdo. Hay compañeros que no ven la realidad objetiva que tiene el país en términos políticos. Además esto no es la reforma de Brasil ni una reforma que haya tocado los derechos fundamentales de un trabajador”, concluyó.

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